REPARTIENDO LEÑA


Inauguro este blog con un título contundente, como una bofetada, con ganas de darle caña al mono creativo. No soy una persona coherente, lógica, racional, de una sola pieza. Entro en mi cerebro y aparecen un sinfín de personalidades, la mayoría impresentables para hacerlas públicas sin sufrir un cruel escarnio. Pero lejos de cerrar puertas mentales, voy, y las abro de un bandazo. ¡Que corra el aire!.
No me importa ser acusado de esquizofrénico o de personalidad múltiple por los freudianos. Es más, disfruto siéndolo. Es como darse el lujo de vivir varias vidas en una sola, en un mismo cuerpo.

REPARTIENDO LEÑA no pretende repartir palos a diestra y siniestra. O quizás sí, que más da. Hay que repartir leña como quien reparte naipes. Repartir leña con un enorme palo, un palo fálico, un palo que me ayude a desbocar los más bajos instintos  que siempre tienden a la violencia gratuita, o a la "justificada" cuando le intentan dar un barniz civilizado, pero violencia al fin y al cabo.
Que nadie se haga ilusiones y piense que voy a utilizar este espacio para apalear públicamente a nadie. Jamás lo haré aunque más de uno se lo merezca. Este espacio es para dar rienda suelta a mis pensamientos malsanos, los más turbios, los impublicables. Un espacio donde vomitar ideas e imágenes que uno no sabe de dónde salen ni por qué. Son ideas abyectas, que empiezan a hervir en los recovecos del cerebro, y tengo miedo que si no las suelto, las neuronas empiecen a colisionar entre ellas y el cráneo acabe estallando como un gato dentro de un microondas.
REPARTIENDO LEÑA no pretende ni hacer chistes, ni cuentos, ni nada. Más bien pretendo hacer KOANS,esas extrañas e incompresibles anécdotas que los maestros zen cuentan a sus discípulos.
KOAN en chino significa, literalmente, "caso". No son anécdotas destinadas a satisfacer a la razón y al intelecto, ni siquiera para aleccionar de nada. Por el contrario, lo que pretenden es mostrar lo absurdo de todo tratamiento lógico. Son anécdotas cuya intención es vapulear, abofetear, golpear, interrumpir el falso diálogo cerebral basado en tópicos comunes y convenciones sociales. Su objetivo es hacer saltar en mil añicos la mente racional, inquietarla, para poder liberar, de golpe, la pura espontaneidad. Para abrir los ojos y poder ver las cosas como más vivas, y sin embargo, insustanciales. ¡Todo a la vez!
Existen cientos de KOANS, pero hay uno que, cuando lo leí,  se me quedó incrustado en el cerebro:

"En cierta ocasión, el venerable maestro Matsu se encontraba paseando con un discípulo bajo los cerezos en flor del monasterio.
El discípulo le preguntó: Decidme maestro ¿Cual es el significado de Bodhidarma al venir del oeste ?
¡Habla más bajo y acércate!, le respondió el venerable anciano.
El discípulo se acercó dócilmente y el maestro Matsu le asestó un tremendo bastonazo que lo dejó aturdido, tras lo cual alcanzó la Iluminación al instante".


Este es el Koan que me ha inspirado el título de REPARTIENDO LEÑA. Este es el espíritu de este espacio. Bastonazos cerebrales, palos de ciego en medio de la oscuridad de nuestra vida cotidiana.
Dudo que mis KOANS iluminen a nadie. Tampoco lo pretendo.
Entre nosotros…escribo por pura catarsis, para quedarme descansao. Escribir y dibujar a bocajarro, lo primero que se me ocurra, como se me ocurra y cuando se me ocurra, sin juzgar si lo escrito y dibujado es bueno o impresentable. Una especie de ¡Ahí va eso!

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